RADIOGRAFÍA (Rx)

El objetivo principal de este proyecto poético es ofrecer una MUESTRA RADIOGRÁFICA de la poesía que se escribe en la actualidad en la ciudad de GRANADA y crear, a su vez, un espacio para la REFLEXIÓN TEÓRICA sobre el "estado de la cuestión". En este sentido, todo escritor es bienvenido, todo lector admirado, toda participación agradecida.

viernes, 7 de diciembre de 2007

JUAN ANDRÉS GARCÍA ROMÁN (Granada, 1979)

Juan Andrés García Román (Granada, 1979) es licenciado en Teoría de la Literatura y empeña mucho tiempo en hacer poemas. Realiza su tesis doctoral sobre la poética de la escritora y ensayista austriaca Ingeborg Bachmann. Ha obtenido los premios de poesía Antonio Carvajal con Perdida latitud (Hiperión, 2004) y el premio Florentino Pérez-Embid con Las canciones de Lázaro (Rialp, 2005). Aparte de colaborar en revistas de poesía como El Maquinista de la Generación, Turia, Barcarola, Paraíso, Quimera o Salamandria con reseñas, artículos y poemas, ha traducido el –por así llamarlo- storyboard “Mitsou. historia de un gato. Balthus-Rilke (Artemisa, 2007). En la actualidad, sin abandonar su responsabilidad como becario y doctorando ni la traducción de poesía alemana, trabaja en un nuevo poemario con estructura de ópera de cámara cuyo título será tal vez Un fósforo astillado.
* * *
POEMAS

Mirada distraída

(En un tren hacia Klagenfurt, estación de Hallein, aledaños de Salzburgo)

Para Juan E. Wilhelmi

Mediodía, pero el copo cae en el copo.
Un cuervo vuela a la escritura de la palabra marzo -Hallein-;
sus alas en la nieve abren y cierran las puertas de los bosques.
Quién hay, quién vive aquí, ya sin otro destino
que la mirada allende el acebal,
quién vive aquí
y qué vamos a hacer en estos días de primavera
con la nieve en el ala más temprana.
Continúa el trayecto y la pupila, viejo néctar de mirlos y verano
se licúa en la nieve, también sin esperanza.

(de Las canciones de Lázaro, 2005)

* * *
A mis hermanos

Nos disfrazamos fuera de los nombres,
ensayamos palabras que nos están anchas como primaveras,
¿o era veranos?, ¿o eran niños?
Entramos en los lagares viejos donde ahora apilan ropa,
subimos a los zaguanes de las palabras dormidas
y jugamos a probarnos, disfrazarnos.
Entonces alguien dice: -Es la ropa del sol.
Nos miramos las anchas mangas y los largos faldones
y reímos

(de Launa, 2006)

* * *

CARTA DE UN AMANTE

Qué clase de verdad es mi tristeza:
pasan cuerpos y días y se deshoja el mar;
voy por ciudades, cuerpos. Te amo así.
Enciendo en sus alientos mis jardines y sigo caminando:

—hermoso, aunque el destino sea por siempre la noche,
caminar por la borda de un barco con las luces apagadas—.

Hay algo parecido al otoño en el amor:
estar como una alondra en la noticia
del sol, entretener
la forma, la belleza en su tardanza.

Huelen como el otoño las alcobas,
son como los jardines del otoño; no debieran
estar en este mundo. Crecen del corazón,
de los surcos humanos, las grietas del perfume. Del dolor:
el último lugar en el que el hombre espera.
Y yo espero.

Pasan cuerpos y días. Es mi modo de amarte:
buscarte entre los cuerpos que pasan por mi cuerpo.

La huella de su aroma entre mis manos
conserva la extensión exacta de tu ausencia;
y así, cuando germina
en la grava tortuosa y enferma de mis ojos
el alba, me es posible
escapar por el mar interior de los abrazos
hasta esta sed de ti más cierta que mi vida.

Entonces, junto a muelles
dormidos, que un momento
son más verdad, la fiebre de unas aves
voltea en lo más alto,
y la última estrella me sonríe como tú.

Es la hora: me conduzco
por sombras y callejas con una luz a tientas,
llego a mi cuarto, acuesto mi cuerpo estremecido.

(de Las canciones de Lázaro, 2005)


1 comentario:

indecible dijo...

Estupendos poemas. Desde Decir Lo Indecible, nuestra página amiga, incluiremos alguno en nuestro blog. Un saludo.

(Central de la Poesía)