RADIOGRAFÍA (Rx)

El objetivo principal de este proyecto poético es ofrecer una MUESTRA RADIOGRÁFICA de la poesía que se escribe en la actualidad en la ciudad de GRANADA y crear, a su vez, un espacio para la REFLEXIÓN TEÓRICA sobre el "estado de la cuestión". En este sentido, todo escritor es bienvenido, todo lector admirado, toda participación agradecida.

jueves, 26 de junio de 2008

YOLANDA SAÉNZ DE TEJADA (HUELVA, 1968)



Yolanda Sáenz de Tejada (Huelva 1968) estudió estilismo y diseño. Desde muy joven alternó la faceta de creativo con la de escritora (campo en el que ha obtenido numerosas menciones tanto en narrativa como en poesía).
Muy interesada en los temas científicos de actualidad como la alimentación, el sueño y la sociología, colabora con empresas que aplican sus diseños a la ciencia para conseguir una mayor calidad de vida.
Es a raíz de tener dos hijas cuando investiga en el campo de la conducta infantil, aplicando el juego como herramienta para conseguir buenos hábitos en los niños (alimentación, sueño, desarrollo emocional, integración social, valores humanos…)
En marzo del 2008 publica su primer libro llamado: ¡A JUGAR! que está siendo un récord de ventas y en noviembre saldrá su segundo libro llamado EL CAMINO DEL SUEÑO. En la actualidad vive en Linares (Jaén) y trabaja como creativo aunando en sus diseños el arte y la poesía.
Y vive en un lugar cerca del cielo, donde cultiva pimientos y poemas…

POEMAS

***

No sé
por qué siento
(pura indecencia)
celos de los poemas
que algunos hombres
escriben
a sus mujeres.

No sé
por qué me cuelgo
de la disculpa
un ahogo de
sonrisa torcida,
un amargo deseo
de destrozar
con mis dientes
esas frases.
(No la ames
tanto,
por favor…)

Y termino
cerrando el poema,
dándole un portazo
a las comas
y escupiendo
en los puntos
(y aparte)
que han seguido
escondiéndome
la envidia.

Ahora vengo
aquí,
a este folio
coagulado de mí
(el mí feo
y oscuro)
para mendigarte
a ti
(el ti blanco de
versos inmaculados)
que me hagas
(por dios)
un poema
de amor…

* * *

a ángel gonzález

Ayer,
cuando era casi mañana,
volví a casa
cansada de llover.

Últimamente
tengo el clima revuelto,
demasiados huracanes
en mis pechos...

Y me hice un reloj
con el tiempo muerto
que olía a podrido incierto.

Le puse besos
en las horas perdidas
y azucenas
en los minutos devorados.

Una horquilla en la correa
para sujetar mi sonrisa
y de camino
la razón.

Ahora lo llevo en el pelo
para que todo el mundo me pregunte.
Horas rubias,
rizadas en mi cabeza…

* * *

Aquella casa
era diferente.
Él la había construido
durante dos años
con sueños
abiertos
y locos.

En la mudanza,
se llevó todos
aquellos ridículos recuerdos
manchados
de olvido.
Se trajo,
también,
un puñado de besos
(con lengua)
escondidos
en el abrigo.

Cada día,
durante dos años
de delirio,
realizó en la casa
todo lo que a ella
le hubiera gustado
tener.

Plantó tomates
y suspiros de laurel.
Sembró un limonero enano
(con el que bailaba
por las noches)
y una mata de pimientos
de vergel.

Por su cumpleaños,
en abril,
le construyó un mirador
donde ella
le pediría
(cada anochecer)
que guardara el sol
entre sus piernas,
para
morir
con
él…




A veces,
desesperado,
le gritaba
al aire
cuánto tardaría ella
en volver.
Y se tumbaba,
bocabajo,
en el césped del jardín,
esperando
la respuesta
que nunca
oyó decir.

Sólo despertaba
a golpes de verdad,
cuando su mujer
le preguntaba,
con gritos y calor,
por qué
(hacía dos años)
ya
no
hacían
nunca
el
amor…

* * *

Bienvenido
a mi cuerpo.
Espera en el salón,
por favor.
Estoy aún
fregando mi piel.
Está tan sucia
de recuerdos…

Él se ha ido
hace poco tiempo
y me ha dejado
la foto de boda
entre los pechos.
Abiertos,
cubiertos de escamas
y de quemaduras.
—Tanto fuego en su boca…—

Mira mis piernas…
Están plagadas
de varices y fantasmas
de tanto atajar sus dedos
por ellas.
Tengo aún los arañazos
frescos en los ojos,
—recuerdos vivos
de muchas noches
sin noche—.

* * *

Cada noche
enciendo el candelabro
que me regalaste.
Luce bonito quemando distancia…

cada madrugada
apago la nostalgia
que me inyectaste
en la gorda vena de la pasión.
Revienta a menudo calando el colchón…

Y cada mañana
cuando el sol
me quema el resto de sal,
(paleolítico de una lágrima),
incendio el amor por ti.
Tumor benigno que me crece en el corazón…

* * *

Cae la tarde
sobre mis ojos
como una gota
de álgido silencio.

Ordeno
mi corazón
y paseo
(sediciosa)
entre mis libros.

Salgo al patio
y descubro
que los pimientos
se han helado.
La muerte anunciada
de cada año.
Sin sufrimiento
aparente de sus hojas,
sin un tierno
desgarro
en sus tallos.
He de esperar,
de nuevo,
el parto
de la primavera.

Vuelvo a entrar
en mi palacio
de papel
y sorprendo
al reloj en las siete
(llevo ordenando
mi corazón
una hora y media).

La tarde
me ha descubierto
temprano,
tirándome de los libros
y de las medias…

* * *

En el cementerio
de Montjuic
los muertitos están
muy cerca del cielo
(y para algunos
de Dios).

Hoy los he visto
(a los muertitos)
tomando el sol
en sus nichos.
Yo paseaba
en moto
y, al mirar hacia arriba,
ellos agitaron
sus flores
(algunos se atrevían
con el top-less,
enseñando que el alma
nunca abandona
nuestros huesos).

En el cementerio
de Montjuic
las casitas cuelgan
como en Cuenca.

Adornan sus ventanas
ramos de velas
agónicas de día
y recién nacidas
de noche
(seguro que
en esa montaña
sus nohabitantes
se sientan en las piedras
a fumarse
la vida
y los besos).

En el cementerio
de Montjuic
a los muertitos
sólo los vemos
los locos
y los más vivos…

* * *

Cocina y lava
mientras tiende sus sueños.
Barre y friega
mientras limpia sus recuerdos.

A veces se sienta
en el escalón de su tristeza.
Y grita.
Sin entender
por qué él se fue con otra.

Yo la observo,
escondida entre las sábanas de la mañana,
antes de que venga
con un: ¡levántate, hija mía,
que seguimos estando solas!
a despertarme…

* * *

Cuando paseo contigo por la calle
y tú me coges de la vida por la mano,
yo sonrío atolondrada
como niña de colegio en su recreo.

Cuando me llevas a un hermoso restaurante,
y yo siento mi silla en tu cara,
no te dejo que mires a otro sitio;
sólo mi cara de adolescente enamorada

Cuando me regalas la tarde
y bajas el sol hasta mis nalgas
(antes de que el fuego queme mis rodillas),
yo duermo la siesta de adulto entre tus ojos.

Después, cuando la noche aprieta mi ombligo
y tú me compras un regalo;
yo me tumbo en la esquina de tu boca
para morir de vieja entre tus besos…

* * *

La llamaban desván
los chicos de la escuela.

Tenía unos ojos
infinitos
con un gran salón
negro en el centro.
Amueblaba su mirada
una lámpara encendida
de besos
y pestañas.

En el lóbulo,
tierno,
le prendían
(como llamas)
unos aretes de oro.

La llamaban desván
incluso,
cuando la dejé
preñada.

Paseaba por el recreo
aquel vientre
hinchado de caricias,
con esa vida fresca
que le brotaba
(como chocolate
caliente)
entre las caderas.

La llamaban desván
los chicos de la escuela,
porque todos los hombres
querían subirse a ella…

* * *

En aquel campo hacía frío
y él era torpe.
Sus dedos siempre tropezaban
con el skay
del R-6 prestado.

En aquel campo hacía frío
y mi lencería no era de Francia,
precisamente,
ni tenía
—entre los muslos tibios—
una gota
de perfume de Dior.

Pero cada viernes por la noche
mi novio conducía
hasta aquella huerta
de olivos,
aislados como lobos hambrientos
en la tierra.

Llegaba despacio,
y aparcaba el verano en mi pelo.
Siempre sonreía
—con esa boca de azúcar derretida—
cuando le daba voz a aquella canción
que me hacía llorar.
Abdela del amor infinito
yes I do…

Y lentamente,
bebiéndose después
cada lágrima de mi cuello,
me volcaba el asiento hacia atrás.
Animales aullando en la oscuridad…

* * *

Me gustaría vivir contigo,
aunque lleve viviendo veinte años.
Despertar al lado de tu sombra
que de tanto apretarme casi es mía.

Te pediría un anillo de deseo,
para colgarlo en la esquina de mi boca.
Nadar entre olas de tu saliva
soldadas a mi piel como tus manos.

Me gustaría hacerte el amor en el salón,
aunque lleve media vida amándote.
Pintar la carcoma del sofá
con el sudor de tu cuerpo abierto.

Te dejaría tocarme el pensamiento
y morder mi excitado cerebro.
Volverme loca de placer
aunque lleve loca veinte años…

viernes, 20 de junio de 2008

ANGELA RAMOS


BIOGRAFÍA:

Ángela Ramos Díaz es natural de las Islas Canarias, de Santa María de Guía. Licenciada en Filosofía y Periodismo en la Universidad de La Laguna, inició su andadura literaria desde los nueve años, momento en que obtiene su primer galardón con una redacción dedicada al libro. Durante sus estudios de bachillerato se confirma su vocación y ésta es reforzada con los primeros premios de poesía y narrativa que obtiene durante tres años consecutivos. Entre otros galardones le otorgan, con quince años, el Tercer Premio de la Fase Provincial del “Día del Libro” dedicado a Benito Pérez Galdós organizado por el Ministerio de Cultura, al que habría que unir el Primer Premio en el Certamen de Cuentos del Gobierno de Canarias en los años 1991 y 1993, y la Accésit en el Concurso de Cuentos patrocinado por la Caja de Canarias en 1992.

Ha trabajado en diarios locales como “El Diario de Las Palmas” o “La Gaceta de Tenerife”, y en la sección española de Radio Francia Internacional en París, donde colaboró en las emisiones de onda corta para la América Latina. También ha dirigido “Palabras al Límite”, un programa de radio dedicado a la poesía, la filosofía y la música.

Dedicada a la enseñanza de la filosofía desde hace algunos años, ha decidido interrumpir dicha labor provisionalmente para dedicarse al estudio de Teoría de la Literatura en la Universidad de Granada y entregarse de lleno a la creación literaria.

Actualmente tiene publicado el relato “Bajo los castaños” (Tenerife 1998) y los poemarios “Faltó la primavera” (Tenerife 2005), “Amores de Asalto”, (Tenerife 2006), “A destiempo” (Tenerife 2007) y “Polvo somos” (Granada 2008).

POEMAS

AMORES DE ASALTO1
La CallE

    yo también luché por reencontrarte

    deshice amaneceres,

    empaqueté valijas

    y abandoné mi casa

    olvidé mis armarios,

    dejé las gavetas

    en desorden

    y salí corriendo hacia tu encuentro

    nada importaba:

    recorrer cientos de kilómetros,

    guardar cola en la fila,

    perder el equipaje

    en el camino

    nada importaba:

    la estación,

    la hora del día,

    la ropa que habitaba

    la calle

    siempre me mostraba

el camino de tus manos


La pieL

    no puedes invadir mis espacios

    y dejarme indemne

    y sin heridas

    tengo que preparar mi coraza,

    reforzar mis defensas,

    para quedar intacta

    tras tu tacto

    luego dejar que tus manos

    desplieguen mi paisaje

    y reconstruyan la línea

    de mis poros

    y pensar que la piel es sólo piel,

    que no hay lenguaje

    en tus manos mensajeras

    que tus labios

    no transmiten sentimientos

    cuando besan

    que la piel es sólo piel


El VientO

    el viento me lleva hasta tus brazos,

    me arrastra sigiloso

    hasta ese lugar que añoro

    y que detesto

    me busca por todas las estancias,

    se mete en los rincones,

    revuelve mis papeles,

    y me trae melodías de pájaros

    y primavera

    se queja porque huyo

    y sabe muy bien que esperas

    tiene prisa de encontrarme

    el viento me reclama,

    impetuoso,

    y toca en las ventanas,

    se cuela en las rendijas,

    y me encuentra temerosa

    en un rincón del cuarto

    intenta convencerme

    me brinda sus manos espirales

    y me eleva con la fuerza

    de su empuje

    luego me lleva hasta tus brazos

    y se pierde por las calles

    ¿y ahora…?

    ahora eres tú quien me reclama




OscuridAd

    las noches son negras,

    grandes y profundas

    como el túnel de tu boca

    por ellas me deslizo

    buscando tu mirada,

    buscando retenerte

    en cientos de otros labios

    las noches son inmensas,

    silenciosas y tristes

    como un volcán cansado

    por ellas me entremezclo

    temiendo que las sombras

    ya no tengan un parto





Sin TaCto

    la indiferencia se instala

    ahora en nuestros cuerpos

    ya no nos roza el temblor

    del tacto

    o del aliento

    nuestros dedos conviven

    ajenos al deseo,

    han olvidado el placer

    del roce

    y la caricia

    ya no vibran los poros

    ante la brisa hormonal

    del otro cuerpo

    se han vuelto indiferentes

    al otro y su presencia

    ¿se habrán dormido, quizás,

    por unos días

    agotados, tal vez,

    de su pasión antigua?


    dijiste que no

    tuviste miedo de enfrentarte a este reto,

    de encontrar un lugar

    en esta liga de amores contrahechos,

    y te quedaste tan pancho

    los motivos

    sólo tú los conoces

    desde aquí intuimos tus temores,

    tus razones ocultas,

    tus nuevas intenciones

    ni siquiera tú

    sabrás si ese no

    implicaba otros noes

    nadie sabe el número de noes,

    ni el número de síes que oculta

    cada decisión

    que la vida nos depara


¿Dónde EstaráS?

    ¿dónde estarás?

    agazapado quizás

    entre las sombras,

    buscándome tal vez

    en todas las miradas,

    deambulando solitario

    sin rumbo

    entre las manos

    ¿dónde estarás?

    saboreando quizás

    retazos de otros besos,

    adivinando mi ilusión

    en otros cuerpos,

    y presintiendo en ellos

    el rastro

    de mis huellas

    quizás te hayan guiado

    las caricias de otras manos,

    y hayas dicho que sí

    en busca de otras noches

    ¿dónde estarás?

    buscando mi presencia

    en las estatuas,

    sintiendo un gran alivio

    por mi ausencia


Faltó

la

Primavera2


HIPOTECADOS

Se nace hipotecado

-somos hijos del tiempo circundante-

y hemos de liberarnos a codazos,

a dentellada limpia.”

DOMINGO VELÁZQUEZ

No existe más

que lo que el viento ya no arrastra.

Hasta los sueños cobraron el rumbo

de las viejas cigarras

y, tras ellos,

tú también te esfumaste en la noche como el humo

y respiraste tu sombra.

Otros quedamos.

Con el frío en las espaldas,

colonizados los huesos,

nos apoyamos sin mutación en el absurdo.

Y el horizonte

siguió hilvanando su tristeza sobre nuestras islas,

eternamente aisladas.

Yo quise escurrirme donde no llegan las pinzas de las horas,

ni el telar de la angustia,

pero fue inútil.

Estábamos condenados

a arrastrar con los límites,

a tragarnos las lágrimas,

y a continuar la guerra contra el polvo.


DE NAUFRAGIOS

                “lo más absurdo de estas vidas

que pretendemos vivir

es su falso contacto”

JULIO CORTAZAR

Todo el mundo tiene ojos con que huir,

y teléfonos en los que deslizar

las quejas de los días,

sin buscar un lenguaje

de terminaciones nerviosas.

Todo el mundo tiene gestos que aguantar,

y frases mal pensantes

que maldicen miserias

en las deshoras de las noches.

Muchos guardamos restos de naufragios

en las espermatizadas tardes

en las que seguimos siendo

perseguidores de ausencias...

...y esperamos los muertos en la orilla.

Y es triste desandar los pasos de ayer

cada mañana,

mientras dejamos las sábanas en sueños,

para ganar las tristes perras de vivir

o asistir a la cita de un profesor cotorra.

Y es penoso,

realmente penoso,

sortear las baldosas levantadas

-como jugando al teje en las aceras-

para llegar

a donde nunca empieza nada.


PARA ENTONCES

“¿A qué podremos jugar

cuando el invierno emigre

y las lluvias cesen?”

F. FRANCISCO CASANOVA

Aunque pienses que es demasiado tarde,

todavía podremos sentarnos en el muelle

a esperar gaviotas en blanco y negro.

Y será fácil catar el aliento de los huesos

y pasar inadvertidos en los escombros de las noches.

Aunque pienses que los zapatos han huido

olvidándose de tu prisa,

no serán ciertas ni las calles,

ni los calendarios,

y no podrás lamentar el que envejezcas.

Pues, para entonces,

ni siquiera vagamente

podremos recordar

lo que fuimos turbiamente,

y una pobre miseria

merodeará en nuestra angustia.

Recordaremos,

tan sólo,

que jugamos al boliche con las cosas

para olvidar el dolor

de nuestra despedida.

Y el resto...

El resto fue el paisaje después de la batalla.


PARA IGNORARTE

Y sólo el tiempo atiende”

LUIS FERIA

Y quisiera decirte

que el verano se ha ido...

...y este hombre

que dice cosas

sobre cosas que no entiendo

y más cosas,

mientras como gusanitos

y el chofer me mira deseoso.

¡Qué mañana!

Escribir en la guagua es un coñazo.

23 del 09 del 85

¿Se habrán vencido?

A ver: Enero 1, Febrero 2, Marzo 3...

¡Bah! Lo que no mata engorda.

La guagua salta más que otras veces,

no sé cómo una sube a estos trastos.

Se me cayó un gusano

y corre por la guagua derecho al chofer.

Hace sol... parece.

¡Y un niño fumando!

El verano se merma

y uno que se queja

de lo poco que ha hecho.

Y ese hombre que me mira dos veces...

“Los pobres no tenemos derecho a no hacer nada”.

¡El chofer y yo solos...!

¡Jesús quería!

Así las horas se aletargan

-mejor guardar los gusanos-

mientras los deseos se...

Y me pesan tus besos cuando estás triste

y es porque callas.

¡Qué tarde es, joder...!

¡Y estas horas que no pasan!

Es curioso,

pero de pensar y pensar en nada,

pensando en todo en desorden,

llego a poder

i g n o r a r t e.


      A DESTIEMPO3
      LÍMITES TEMPORALES

    “Somos como mariposas

    que revolotean un solo día

    y piensan que aquello lo es todo”

    CARL SAGAN

    Sólo existe el ahora sin principio

    perdido entre los nudos del tiempo.

    Todo se sumerge en ilusiones pasajeras

    y el miedo transforma la realidad de tal modo

    que ya no puedo perseguirte.

    Sólo sé que te cubren

    los viejos recuerdos,

    sólo sé que eres polvo

    y eres sombra

    y con el ayer nos limitas.

    Lo triste de esta Historia

    es que no nos dejas saber siquiera

    si el Futuro está previsto

    en tu proyecto de relojes.


EL MIEDO

El saber sólo existe

en el impulso flemático del tiempo.

      El miedo

      sólo es tiempo

      irreparable e irretenible.


    TAREAS PENDIENTES

    Destruir

    el petrificante tiempo

    q

    u

    e

    me ahoga.

    Apagar los segundos y

    d

    e

    s

    c

    o

    l

    g

    a

    r

    las arañas

    de las horas

y aplastarlas sin lástima.

Construir

un espacio.

C l c r

o o a

          los cajones


cubiertos de añoranzas

a

l

o

t

r

o

e

x

t

r

e

m

o.

o e

R p

m r

el cuenco

de la angustia y

eeeee

sssss

ppppp

aaaaa

rrrrrr sin fin (en el vacío)

ccccc

iiiiii

rrrrrr

llllll

ooooo
D

e

s

h

o

j

a

r

del silencio

la utopía...

¡Y ORDENAR EL AHORA QUE SE AHUYENTA!


LA REALIDAD

Hay horas

condenadas al absurdo misterio

de las penas.

Hay penas

    atravesadas

    en todas las esquinas.

Esquinas

trasegadas

de sueños y de sombras.

Y sueños

fútilmente heridos

de ingenuas realidades.


IGNOMINIA

Sólo sé

que han intentado

esterilizar

el pensamiento;

que nos venden

la angustia

a corto plazo;

que empaquetan

miseria

en los bolsillos del hombre

y se nos muere...

que vomitan

sus heces

sobre nuestra esperanza.

Y es que dicen,

mantienen,

que están construyendo

los cimientos del futuro....


M

    A

    J

    A

    D

    E

    R

    O

    R E L

    O J

Me atormentas con el ruido de tu paso

y me recuerdas que existo

prendida en la penumbra de tu péndulo.

Y sin que pueda evitarlo

desgajas el espacio que piso

y parcelas el hueco que quisiera habitar.

A cambio me construyes

una burbuja metálica

y me obligas a escuchar

solamente

el ritmo de tus quejas....